Cómo elegir el ideal para tu pelo y tu cuero cabelludo.
Elegir un buen champú no es solo cuestión de aroma o de espuma. Un champú adecuado limpia sin agredir, respeta el pH del cuero cabelludo, protege el color (si lo tenés) y ayuda a que el pelo se vea y se sienta mejor. Esta guía te explica qué hace cada tipo de champú, cómo combinarlos y qué mirar en la etiqueta para acertar.
Qué hace realmente un champú
- Limpia con tensioactivos que arrastran grasa, sudor, polución y residuos de productos.
- Equilibra el pH (idealmente ligeramente ácido) para mantener la cutícula cerrada y el cuero cabelludo cómodo.
- Aporta extras: hidratación, volumen, control de frizz, matizado de tonos, etc.
Los tipos de champú y cuándo convienen
1) Uso frecuente / suave
Para quienes lavan a diario o después del entrenamiento. Emplea tensioactivos más amables y menos perfume. Ideal: cueros cabelludos sensibles o rutinas de lavado muy seguidas.
2) Hidratante
Suma humectantes (glicerina, pantenol, aloe) para retener agua en la fibra. Ideal: pelo opaco, con frizz leve o puntas resecas.
3) Nutritivo
Incluye lípidos (aceites, mantecas) que suavizan y aumentan brillo. Ideal: pelo grueso o muy seco que necesita “peso” y control.
4) Cabello graso / seborregulador
Más poder de arrastre y activos que ayudan a regular sebo. Úsalo 1–3 veces por semana y alterná con uno suave para no desbalancear.
5) Purificante / clarificante / antiresiduos
Para “resetear” el pelo de acumulación (sprays, ceras, cloro). Frecuencia: 1–2 veces al mes. No es de uso diario.
6) Anticaspa
Formulado para escamas y picor del cuero cabelludo. Suele combinar agentes calmantes y queratolíticos. Consejo: si hay caspa persistente o inflamación, consultá con dermatología.
7) Color / cabello teñido
Protege el pigmento, cuida el pH y minimiza el arrastre del tinte. Clave: agua tibia (no caliente) y espaciar lavados.
8) Matizador (violeta/azul)
Neutraliza reflejos amarillos o anaranjados en rubios, canas o castaños con mechas. Uso: 1 vez por semana o según necesites matiz.
9) Reparador / reconstructor
Aporta proteínas y aminoácidos (como queratina hidrolizada) que refuerzan temporalmente la fibra. Ideal: pelo dañado por plancha, decoloración o permanente.
10) Rizos / “curl friendly” (low-poo)
Con tensioactivos suaves y humectantes para definir sin resecar. Suele evitar siliconas pesadas. Ideal: ondas y rizos que buscan rebote y menos frizz.
11) Volumen / cabello fino
Textura ligera y polímeros que engrosan ópticamente la fibra. Tip: aplicá poco y en cuero cabelludo; acondicioná solo medios y puntas.
12) Antifrizz / alisante
Suaviza cutícula y reduce electricidad estática. Ideal: climas húmedos y pelo con tendencia a esponjarse.
13) Cuero cabelludo sensible
Fórmulas hipoalergénicas, menos fragancia y tensioactivos muy suaves. Ideal: picor, tirantez o enrojecimiento frecuentes.
14) Micelar
Limpieza suave y precisa con micelas que atrapan suciedad sin “barrer” en exceso. Buen comodín para alternar.
15) Sólido
Formato en barra que rinde mucho y reduce envases. Importa: mojar, emulsionar en manos y distribuir bien para evitar residuo.
16) En seco
Absorbe sebo entre lavados y da volumen. No sustituye al lavado con agua; usalo como salvavidas.
17) Co-wash (acondicionador limpiador)
Lavado con acondicionadores limpiadores muy suaves. Ideal: rizos muy secos; alterná con un champú de arrastre suave para evitar acumulación.
18) Infantil
pH y perfume adaptados, espumas suaves y menos irritantes. También útil para adultos con cueros cabelludos muy sensibles.
Cómo leer la etiqueta (sin marearte)
- Primeros ingredientes = los que más pesan. Si ves muchos alcoholes secantes arriba del todo, puede resecar.
- Tensioactivos: buscá versiones suaves en uso frecuente (por ej., glucósidos o isetionatos).
- “Sin sulfatos / sin siliconas”: no siempre es mejor o peor; depende de tu pelo y de cómo lo combinás con acondicionador/mascarilla.
- Fragancias y colorantes: si tu cuero cabelludo reacciona, probá fórmulas con menos perfume.
Rutinas recomendadas (según objetivo)
Si tu cuero cabelludo es graso
- Alterná seborregulador (1–3/semana) con suave.
- Masajeá con yemas, sin rascar; enjuague largo.
Si tu pelo está seco o dañado
- Espaciá lavados; elegí hidratante y reparador (1–2/semana).
- Agua tibia, acondicionador en medios/puntas y mascarilla semanal.
Si tenés color o mechas
- Color + matizador ocasional.
- Protegé del calor y del sol; evitá lavados muy calientes.
Si usás muchos productos de styling o nadás
- Sumá un purificante 1–2 veces al mes para reiniciar la fibra.
Si tenés rizos
- Curl/low-poo de base; co-wash alterno si tu patrón es muy seco.
- Clarificante mensual suave para evitar build-up.
Mitos y verdades rápidas
- “Si no hace mucha espuma, no limpia”: falso. La espuma no es sinónimo de limpieza.
- “Hay que cambiar de champú todos los meses”: no es obligatorio; rotá si cambia tu necesidad (estación, deporte, color).
- “Sin sulfatos siempre es mejor”: depende de tu cuero cabelludo, frecuencia y resto de la rutina.
Guía express para elegir
- Cuero cabelludo: graso → seborregulador; seco/sensible → suave.
- Fibra: fina → volumen; gruesa/seca → nutritivo.
- Objetivo: color → color + pH cuidado; frizz → antifrizz; daño → reparador; rizos → curl/low-poo.
- Estilo de vida: gym/diario → uso frecuente + purificante mensual; poco tiempo → agregá en seco.
Cuándo consultar
Si notás picazón intensa, caída repentina, placas, heridas o caspa persistente, pedí valoración profesional. Un diagnóstico a tiempo evita complicaciones.